Año 1789. En París, la Revolución Francesa cambió la historia de la civilización, con la fuerza y la violencia de la irracionalidad. En San Leucio de Caserta, Fernando IV de Borbón intentó concretar (en un sentido paternalista) las ideas de igualdad, libertad y hermandad, surgidas de la Ilustración.
En la base estaba el “Código Leuciano”. Sancionó los deberes negativos y positivos y los múltiples derechos de los ciudadanos-trabajadores de San Leucio: educación pública obligatoria para mujeres y hombres, atención a la salud, principio de inviolabilidad física y moral del individuo, derecho a la propiedad privada, reglas de trabajo y seguridad social. Estado y privado, familias e individuos, hombres y mujeres, vida cotidiana y eternidad, fe y secularismo, todo unido por un hilo fino, brillante y muy resistente, producido mágicamente por un insecto.
La seda anuda y desata esta historia construida sobre una idea armoniosa y loca, de un visionario considerado el gobernante más ignorante de la época y de “su” pequeña comunidad de trabajadores. San Leucio fue su feudo de caza y descanso, casa del rey, industria, finca, fuera del tiempo y del espacio, pero muy cerca del gran Palacio real “Esta es la ley que les doy para la buena conducta de su vida. Obsérvalo y serás feliz “. Así se cierra el código, con la certeza inquebrantable de que la racionalidad puede vencer al instinto.
El Belvedere de San Leucio es el testigo material y tangible de una utopía social, que se ha convertido en urbanismo, arquitectura y arte, belleza y orden. Gracias, Fernando! .
En el sitio actual se encontraba (desde finales de 1500) una villa llamada “Belvedere” por el espléndido panorama. Fue encargada por Andrea Matteo Acquaviva, Príncipe de Caserta. Abandonada hacia 1660, a partir de 1776 la residencia fue adaptada por Collecini que transformó el salón principal de la residencia en la iglesia de San Fernando. En 1778, Fernando ordenó a Collecini que ampliara el complejo. Se construyeron edificios industriales para trabajar la seda y casas para los trabajadores. Leyes específicas (conocidas como “Código Leuciano”, 1789) regulaban la vida de la población según principios inspirados en las ideas de la Ilustración (asistencia y educación para todos, igualdad entre hombres y mujeres, etc.).
Después de 1860, el palacio pasó a manos de los Saboya, pero terminó en decadencia por venderse algunas partes o por el uso inadecuado. Finalmente restaurado, ofrece una visita al histórico apartamento real (habitaciones amuebladas y frescos de Fischetti, “baño de María Carolina” decorado por Hackert), al museo de la seda (telares antiguos del siglo XIX en funcionamiento, máquinas y herramientas para el procesamiento de la seda y para contar la cría del gusano de seda), a los jardines renacentistas y de la casa del tejedor (reconstrucción de la casa de un trabajador, con piezas de 1800-1900). Desde 1997, ha sido reconocido como “Patrimonio de la Humanidad” (UNESCO).
Texto: Pietro Di Lorenzo / traducción: Alessandra Cappabianca (2020)
Accessibilidad
accesible para personas con movilidad reducida
Horario
9.30 – 10.00 - 10.45 – 11.30 - 12.00 – 12.45 - 13.30; tarde: 15.00 – 15.30 – 16.15 - 16.45 (hora solare)/15.30 – 16.00 – 16.45 - 17.00 (horario de verano). Domingo y festivos sin visitas 12.45 y 13.30.
Cerrado: miércoles tarde.
Cerrado: Martes; 1 enero; Pascua de Resurrección tarde; Lunes de Pascua; mediados de agosto; 24 e 31 diciembre tarde; 25 diciembre.
Entradas
Appartamenti, giardini, museo della seta:
general: € 9
reducido: € 6 (6-18 años, mayores de 60 años, profesores, periodistas, universitarios, residentes, grupos de 25 y grupos escolares)
Gratuito: menores de 5 años, discapacitados y sus cuidadores, profesores acompañantes de grupos escolares; residiendo en Caserta: € 4;casa del tessitore: €1 (adicional; no hay reducciones)
Dirección
via atrio superiore parrocchia, San Leucio – 81100 Caserta
Teléfono
0823/301817- 273151
Fax: 0823/273182
Numero Verde: 800.41.15.15
Sitio web
www.belvederedisanleucio.it
Dirección de correo electrónico
belvedere@comune.caserta.it